Hoy, Día Mundial del Autismo, 2 de abril, las nuevas diseñadoras de interiores, Karenny Guilamo y Carmen Ariza nos recuerdan que el Diseño de Interiores se ha integrado al grupo de métodos prácticos que promueven la evolución positiva de las personas con autismo. Con su proyecto final de grado: "Influencia del Diseño de Interiores en la optimización de espacios residenciales para niños con autismo", nos explican que el Diseño de Interiores puede aportar una mejora en el comportamiento y la integración de las personas con autismo al espacio, ayudándolas a entenderlo y a relacionarse mejor con el mismo. Para ampliar este concepto, afirman que mediante herramientas de diseño como el color, la forma, las texturas, la iluminación, entre otras, se puede propulsar la calma y el orden en las personas afectadas, reduciendo así los niveles de confusión y los comportamientos alterados. Para complementar estas ideas, yo agrego que ya el rol del diseñador de interiores no se limita al simple embellecimiento de espacios como sucediera 20 años atrás. El futuro profesional del diseño reconoce y entiende que debe buscar una vía en el diseño que no es meramente la propia, sino que está en el potencial creativo de la colaboración multidisciplinar. Se requiere un enfoque en el valor agregado que se crea por nuestro campo profesional y la contribución a largo plazo para la sociedad.
